sábado, 18 de febrero de 2012

el capitalismo agoniza

Los primeros serán los últimos y viceversa. Esta es una constante que muchas veces se repite.
Ya son varias las economías que sin ceñirse al patrón clásico del más duro capitalismo, han logrado emerger como potencias.  Tal vez sigan teniendo en su política ciertas dosis capitalistas, pero sin cometer los errores que en occidente pueden haber sentenciado a muerte a este sistema.
El capitalismo clásico, el que todos conocemos, ha cometido un desliz imperdonable. Perder el equilibrio entre el estado y la banca. La excesiva libertad dada, al que por otro lado es el motor de cualquier nación capitalista, ha dado como resultado que aquello que se expandía, haya comenzado a contraerse casi sin remedio.

Los acontecimientos vividos en los últimos dos o tres años así lo demuestran. Por un lado las graves crisis sociales, que lejos de menguar, lentamente se extienden por medio mundo. Precisamente exigiendo la retirada de ese poder excesivo al sistema financiero, y que sea él quien pague la profunda crisis que asola al capitalismo. En las economías emergentes, por ejemplo, no está mal vista la nacionalización de la banca.
Por otro lado, las tensiones internacionales en Oriente Próximo que responden a un desesperado intento de evitar la caída del sistema capitalista. Aún logrando esos objetivos de dominar aquella zona, seguramente será alargar la agonía, porque lo que resulta evidente es que este sistema ya hace demasiadas aguas.
El problema es la consecuencia de la caída del capitalismo. Porque una cosa son los ideales, y otra los hechos.

Europa cada vez es más pobre. Su poder económico desciende casi a la misma velocidad que asciende el de Iberoamerica, por ejemplo. Y algo semejante sucede con EEUU respecto a China y a la a veces infravalorada Rusia. País con una de las mayores reservas de petroleo del mundo.
¿Podría Europa en unos años ser tercermundista?
Las divisiones cada vez mas patentes en la sociedad podría llevar a Europa, junto a la caída del capitalismo, a una situación semejante a la de la URSS, o a la de la antigua Yugoslavia en los 90. Una de las causas podría ser que aquellas naciones que anhelan una independencia total, la lograran. Una fragmentación del continente. Parece un proceso natural, como en los ejemplos anteriores, pero que no solo derivan en un gran número de naciones pobres, también en numerosos conflictos.
En EEUU parece menos probable, parece una unión de estados más sólida, pero no es imposible que suceda. La guerra civil de EEUU fue por motivos económicos. El sur quiso separarse de aquella nación por que su base económica era opuesta a la del norte. ¿Porque no pensar que el fin del capitalismo pueda suponer otra fragmentación?

El fin del capitalismo no es descabellado. Tampoco lo es, pensar que la convulsión económica que eso supondría deje al actual primer mundo en el tercero y viceversa. Que un nuevo ciclo de comienzo con occidente a la cola.

http://elpais.com/elpais/2012/02/06/opinion/1328545979_850612.html


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