jueves, 2 de febrero de 2012

No son políticos, son marionetas

¿Quien nos gobierna realmente? ¿Esa pobre gente que son la cara visible, esos embajadores, de los que realmente manejan el poder?
Las reformas laborales, los presupuestos para enfrentarnos al deficit...¿Las deciden los políticos o el FMI y las empresas de rating, americanas todas?
¿Se puede aprobar una ley anticrisis sin el consentimiento del sistema financiero? Por supuesto que no.
Estamos acostumbrados a ver como nuestros títeres agachan las orejas ante las presiones de los bancos y como leyes no salen a la luz porque, por ejemplo, el FMI, no las ve adecuadas.
Estos embajadores del poder solo se limitan a argumentar y disfrazar la realidad, llamando, sin ir más lejos, guerras de liberación o misiones de paz, a lo que son guerras invasivas.
A nadie se le escapa que la influencia del sistema financiero llega hasta extremos insultantes. Son accionistas de empresas de armamento o de empresas petrolíferas. Por tanto la verdadera naturaleza de esas guerras ya sabemos cual es. Por poner un ejemplo cualquiera, la guerra de Libia. Poco antes del conflicto la situación en Libia era la siguiente: Toda la red ferroviaria pertenecía a empresas chinas, 30 mil chinos trabajaban y tenían negocios allí y el comercio del petroleo era casi absoluto con dicho país. Hasta el punto de decir Gadafi que si dejaban de atacarle el petroleo se lo regalaba a occidente. Mientras nuestros políticos nos vendían una guerra de liberación contra un pueblo oprimido, la realidad era otra muy distinta.
No hay que rascar mucho en la superficie para ver que los hilos no los manejan nuestros políticos, que ellos se limitan a adornar la verdad y a distraernos con peleas absurdas e ideológicas. Pero...¿el sistema financiero es el único poder, o hay alguien o algo aún por encima? Todos hemos oído hablar de un grupo muy selecto de gente tremendamente rica y que según cuentan las malas lenguas son los amos del mundo.
Las casualidades rara vez existen. Alguien debería revisar las cintas y ciertos datos del 11S, como también del 11M y de otros atentados y asesinatos y preguntarse en manos de quien estamos, quienes nos gobiernan y cuanto vale nuestra vida realmente. Es probable que los políticos no solo sean marionetas de un poder mayor, además son el cebo donde centrar nosotros nuestra ira e impotencia. Mientras tanto, los que realmente dirigen el mundo, siguen actuando a sus anchas.
Porque esta crisis solo es económica para nosotros. La verdadera crisis es de recursos y de poder. Los ricos, los ricos de verdad, no manejan dinero, manejan posesiones, acciones, empresas, territorios y recursos y ahí reside el conflicto actual. Para nosotros es una subida de la gasolina, para ellos no poder acceder a su bien más preciado, el petroleo. Para nosotros es una subida de los precios en la alimentación, para ellos el perder la influencia en un país del tercer mundo. Son guerras distintas, si es que hay dos guerras.
Nosotros seguiremos culpando a los políticos, pero...ellos no son más que títeres.

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