lunes, 13 de febrero de 2012

Israel: La victima que mata

Israel es la prueba de que no existen los buenos y los malos. Solo los débiles y los fuertes. Los que abusan y los abusadores.
Por un lado, Israel es la demostración de que un pueblo jamás puede ser borrado del mapa, mientras no pierda su identidad. Si alguien se ha esforzado en no perder su identidad, son precisamente ellos; uno de los pueblos más herméticos del mundo.

Por otro lado, no se entiende que un pueblo, que a lo largo de la historia a vivido episodios tan dramáticos y oscuros como el holocausto, tenga una política tan opresora con palestinos y otras naciones vecinas.
Es evidente, eso no se le escapa a nadie, que Israel es el hijo pequeño de Estados Unidos. Que occidente ayudó al resurgimiento de esta maltrecha nación para tener una puerta de entrada a Oriente próximo.
No son aliados, son cómplices de la política imperialista de occidente. La vanguardia que allana el camino a los que vienen después.
Su servicio de inteligencia, tanto al servicio de Israel como de EEUU, está detrás de los famosos asesinatos selectivos, sin juicios y sin condenas. Alimentan dictaduras en Oriente próximo, y no dudan en desestabilizar la región. Ahora buscan una excusa para atacar Irán. Sería irónico que el llamado "pueblo de Dios", pudiera, con su política totalitaria, desencadenar una gran guerra, que nos privara de muchos años de paz.

Sin embargo, es triste comprobar la poca memoria que tiene la historia. Recordamos el pasado cuando nos interesa, y por la misma razón, lo olvidamos.
70 años después, sin comparar esta situación con el holocausto, que por terrible, no ha habido dos, no se entiende que Israel tenga una política tan xenofoba con las naciones colindantes. Más aún que al mismo tiempo acuse a ciertas naciones europeas de xenofobia hacia Israel.

La historia es tan hipócrita que hace que un pueblo eternamente perseguido, sea ahora, una de las naciones más imperialistas del planeta.
Israel huyó de los nazis, para venderse a la tiranía de los EEUU.

    

No hay comentarios:

Publicar un comentario