lunes, 6 de febrero de 2012

Un capitalismo feudal

Todos sabemos más o menos como estaba estructurada la sociedad en el feudalismo. Estaban lo señores, esos nobles que controlaban con puño de hierro sus tierras, los campesinos que trabajaban explotados la tierra sin poder aspirar a nada más y la iglesia, siempre en continuos conflictos con reyes y nobles por ver quien asumía el poder entre el pueblo. Como puntos estratégicos, siempre fuertemente defendidos y objetivo de todo enemigo que buscara someter a su oponente, estaban los graneros. Allí se almacenaban las provisiones para el invierno.
Teóricamente hemos evolucionado y el vasallaje es algo del pasado, no obstante, este capitalismo no está estructurado de una manera muy distinta.
Están los señores, esas naciones como EEUU, Alemania, China, Reino Unido, etc, que dirigen el mundo con mano de hierro, se dividen el mundo y que protegen sus posesiones a fuego y sangre. Lo que hoy conocemos como naciones imperialistas.
 Están las naciones campesinas. Esos países que sirven para poco más que aportar mano de obra y que nutren sus ejércitos. No se las deja crecer, ni desarrollarse, porque son vitales para mantener su poder en el mundo. Son naciones como España, Italia, Portugal, etc. Son necesarias para mantener el control en sus nuevas conquistas y lo hacen bajo las mal llamadas misiones de paz. Estas vienen siempre después de una cruel guerra de conquista. Son las guarniciones, mientras los caballeros y nobles regresan para jactarse de sus nuevas adquisiciones. A estas naciones vasallas trabajan en condiciones precarias y son tan dependientes de las naciones señoriales que apenas pueden hacer otra cosa que agachar la cabeza.
Después están las naciones granero. Todos recordamos que sucedió cuando países como China e India comenzaron a consumir más grano del esperado. Sufrimos la subida de precios por ejemplo en el pan. Todos recordamos las palabras de la ONU: "Hay que aumentar la producción de cereales en el mundo. Las reservas se agotan".
Estos graneros se encuentran en África básicamente y es imprescindible explotar sus tierras y sus gentes para alimentar a las naciones obreras y por supuesto a las señoriales. Para ello es importante mantenerlas en la extrema pobreza. Si estas naciones se desarrollan no solo habría escasez, además los precios serían desorbitados. Es imprescindible defender estos graneros o robarlos, dependiendo de la nación y por tanto es importante alimentar la inestabilidad política.
Luego está iglesia y no hablo del Vaticano, me refiero a esa bendita sede que "combate" la pobreza y desea garantizar los derechos humanos en todo el mundo. La ONU. Siempre en constante guerra con las naciones señoriales por ver quien controla que o a quien. Curiosamente al final se trata de ver quien envía a esas fuerzas pacificadoras, si van en nombre de la ONU o en nombre de occidente. Quien controla esos graneros o a los vasallos, pero al final el resultado no suele variar. Porque la ONU y sus miembros, pobres, lo que se dice pobres, no son. Creo que hoy en día nos podemos cuestionar la validez de la ONU.
Pero lo más triste es que tanto en el feudalismo como ahora seguimos con las cruzadas en Tierra Santa. Antes por una cruz ahora por el petroleo. En realidad en aquella época iban a las cruzadas en nombre de la cruz el ignorante campesino, porque el señor y el Papa de turno iban por el poder económico que suponía ser dueños de aquellas tierras. Ahora las naciones vasallas van a esas "cruzadas" para supuestamente liberar a pueblos sometidos bajo el yugo de crueles dictaduras o porque poseen armas de destrucción masiva, mientras que las naciones señoriales van por el beneficio económico, no solo del petroleo, si no del que reporta dominar esa zona. Como en aquella época, siendo el invasor menos numeroso, y por tanto, para evitar que se unan y ser expulsados es importante mediar en su política y dividirlos. Hace 800 años muchos musulmanes se unían a los cristianos para luchar contra otros musulmanes. De esta manera los cristianos podían controlar con garantías la región. Hoy en día vemos lo mismo en guerras como la de Libia.
Solo queda una duda por resolver. Aquellas cruzadas debilitaron tanto a cristianos y musulmanes que no pudieron evitar la invasión de los mongoles. Asía entró como un cuchillo entre las naciones cristianas y musulmanas. ¿Sucederá lo mismo con otra nación de Asia?

  

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